1.- Hay muchas formas de aproximarse a una historia. Yo a veces tengo frases o imágenes… después de un tiempo puede que empiece a producirse algo o no.
2.- En Latinoamérica no tenemos tradición en la forma de concepción del cine… Cada veinte años estamos intentando avivar la industria del cine.
3.- En general, el sonido en el cine latinoamericano está hecho con mucha torpeza. La precisión del sonido es fundamental para muchas escenas. No es una locura estética de alguien obsesionado con el sonido. El sonido aporta mucho a la dramaturgia.
4.- Hay sonidos que uno puede despreciar pero en realidad agregan intenciones dramáticas. Acercarse por el lado del sonido les va a permitir por lo menos explorar, aunque no les sirvan, estructuras dramáticas, estructuras narrativas, estructuras sonoras muy novedosas. En esta ciudad de ustedes, cómo está físicamente emplazada, cómo hablan los venezolanos, en todo eso hay particularidades, hay cosas a las que prestar atención, que quizás les lleven por un camino de originalidad que no es el de ‘me voy a hacer el raro o la rara’, ‘voy a filmar unas cositas raras’. No hace falta esa voluntad. Con observar lo que hay a la vuelta de uno ya eso surge, a chorros.
5.-El cine es aditamento, es artificio. No entiendo como hay quienes dicen que existe un cine puro, del decálogo de castidad.
6.- Las veces que oí hablar del dogma me pareció un chiste de un grupo de cineastas talentosos.
7.- Lo que me encanta del cine es que todo es mentira, que luego el efecto pueda parecer creíble es otra cosa. El cine es un artificio.
8.- El cine es un privilegio pequeño burgués, por lo que no merece que nadie trabaje sin cobrar o se sienta torturado.
9.- A mí me parece delicioso trabajar con chicos. Un chico es un chico, no es nunca un profesional, ni un actor. Un niño es un niño y esto es lo que precisamente hace que el niño hable fluidamente.
En cambio, un actor está entrenado, todo su cuerpo está entrenado, para tomar ese texto escrito, y romperlo y transformarlo en otra cosa, ya no en la palabra organizada gramaticalmente sino en un fluido del sonido, en una cosa mucho más física.
10.- Cualquier manifiesto para el cine es un juego para quienes se adhieren a ese manifiesto.
11.- Se crea una idea estúpida de la pureza de los niños, de la inocencia, que no sirve para nada. La monstruosidad del niño debe ser aprovechada. A veces puede verse edulcorada.
12.- Uno como espectador no debe saber todo de los personajes. No escribo el pasado de los personajes. Así es la vida diaria. Nunca sé todo de los demás.
13.- A veces, se trata de explicar con detalle el juego de los niños y se usa una cantidad de planos exagerada, cuando en realidad los niños cambian sus reglas, en los juegos, casi a diario.
14.- El problema de los no actores (incluyendo los niños) es el director. Con cada uno hay que conversar, aproximarse a ellos. A los niños no le doy el texto, se los digo para que lo vayan incorporando.
15.- La clave para trabajar con no actores es un casting largo. Grabé 2500 personas en cuatro meses de 9 a 11, en un garaje cerca de mi casa. Charlaba, improvisaba con cada uno. Si en 2.500 no encuentras 7, después vas a tener que buscar 1.000 más, hasta que los encuentres. Hay que hacer tantas entrevistas con los campesinos hasta que des con los tipos, no que sean buenos, porque no se trata de que ellos sean buenos, sino los tipos con los que vos puedas hablar. Esa es la dificultad: con quién te sientes cómodo hablando. Puede haber un excelente actor, o no actor, capaz de grandes cosas con otro director pero con vos no da pie con bola, porque no encuentra una forma de diálogo, no entiende lo que vos le pedís o, por pudor o vaya a saber por qué trauma de infancia, no te acercás, no te animás a hablarle. Con cada persona es un caso. El casting pareciera ser que mucha gente lo entiende como la prueba de que yo sí tengo talento. El casting es para probar si vos podés hablar con alguien, con cuál te podés comunicar mejor.
16.- Si te propones reflejar tu cultura vas mal porque eres parte de la cultura. Sólo fíjate, observa. Pero si las cosas se ven forzadas para nosotros es porque estás observando mal. Pero igual la visión es tu visión, no la realidad.
17.- En La Ciénaga, La Mujer sin Cabeza y Una Niña Santa, nada me es ajeno pero no son películas autobiográficas.
18.- Los nodos dramáticos no son, por ejemplo, el novio que se va con otra. Eso es una falta de agudeza en la observación. Deberíamos observar el placer del novio de irse con la otra.
19.- En Argentina está el Instituto de Cine y presentas tu proyecto y te subsidian.
20.- La plata trae la plata.
21.- Hay que conseguir financiación de pre vender la película.
22.- No me considero cine independiente. Siempre he tenido productores de la industria nuestra (Argentina).
23.- Hay momentos de crisis, pero son momentos para escribir. Cuando pase la crisis tendrás un buen guión. O como yo, que estoy pensando en un proyecto para internet que es más barato.
24.- Los festivales no definen la vida de tu película ni la historia del cine. Últimamente la alfombra roja me parece más un casting para actores y actrices.
2.- En Latinoamérica no tenemos tradición en la forma de concepción del cine… Cada veinte años estamos intentando avivar la industria del cine.
3.- En general, el sonido en el cine latinoamericano está hecho con mucha torpeza. La precisión del sonido es fundamental para muchas escenas. No es una locura estética de alguien obsesionado con el sonido. El sonido aporta mucho a la dramaturgia.
4.- Hay sonidos que uno puede despreciar pero en realidad agregan intenciones dramáticas. Acercarse por el lado del sonido les va a permitir por lo menos explorar, aunque no les sirvan, estructuras dramáticas, estructuras narrativas, estructuras sonoras muy novedosas. En esta ciudad de ustedes, cómo está físicamente emplazada, cómo hablan los venezolanos, en todo eso hay particularidades, hay cosas a las que prestar atención, que quizás les lleven por un camino de originalidad que no es el de ‘me voy a hacer el raro o la rara’, ‘voy a filmar unas cositas raras’. No hace falta esa voluntad. Con observar lo que hay a la vuelta de uno ya eso surge, a chorros.
5.-El cine es aditamento, es artificio. No entiendo como hay quienes dicen que existe un cine puro, del decálogo de castidad.
6.- Las veces que oí hablar del dogma me pareció un chiste de un grupo de cineastas talentosos.
7.- Lo que me encanta del cine es que todo es mentira, que luego el efecto pueda parecer creíble es otra cosa. El cine es un artificio.
8.- El cine es un privilegio pequeño burgués, por lo que no merece que nadie trabaje sin cobrar o se sienta torturado.
9.- A mí me parece delicioso trabajar con chicos. Un chico es un chico, no es nunca un profesional, ni un actor. Un niño es un niño y esto es lo que precisamente hace que el niño hable fluidamente.
En cambio, un actor está entrenado, todo su cuerpo está entrenado, para tomar ese texto escrito, y romperlo y transformarlo en otra cosa, ya no en la palabra organizada gramaticalmente sino en un fluido del sonido, en una cosa mucho más física.
10.- Cualquier manifiesto para el cine es un juego para quienes se adhieren a ese manifiesto.
11.- Se crea una idea estúpida de la pureza de los niños, de la inocencia, que no sirve para nada. La monstruosidad del niño debe ser aprovechada. A veces puede verse edulcorada.
12.- Uno como espectador no debe saber todo de los personajes. No escribo el pasado de los personajes. Así es la vida diaria. Nunca sé todo de los demás.
13.- A veces, se trata de explicar con detalle el juego de los niños y se usa una cantidad de planos exagerada, cuando en realidad los niños cambian sus reglas, en los juegos, casi a diario.
14.- El problema de los no actores (incluyendo los niños) es el director. Con cada uno hay que conversar, aproximarse a ellos. A los niños no le doy el texto, se los digo para que lo vayan incorporando.
15.- La clave para trabajar con no actores es un casting largo. Grabé 2500 personas en cuatro meses de 9 a 11, en un garaje cerca de mi casa. Charlaba, improvisaba con cada uno. Si en 2.500 no encuentras 7, después vas a tener que buscar 1.000 más, hasta que los encuentres. Hay que hacer tantas entrevistas con los campesinos hasta que des con los tipos, no que sean buenos, porque no se trata de que ellos sean buenos, sino los tipos con los que vos puedas hablar. Esa es la dificultad: con quién te sientes cómodo hablando. Puede haber un excelente actor, o no actor, capaz de grandes cosas con otro director pero con vos no da pie con bola, porque no encuentra una forma de diálogo, no entiende lo que vos le pedís o, por pudor o vaya a saber por qué trauma de infancia, no te acercás, no te animás a hablarle. Con cada persona es un caso. El casting pareciera ser que mucha gente lo entiende como la prueba de que yo sí tengo talento. El casting es para probar si vos podés hablar con alguien, con cuál te podés comunicar mejor.
16.- Si te propones reflejar tu cultura vas mal porque eres parte de la cultura. Sólo fíjate, observa. Pero si las cosas se ven forzadas para nosotros es porque estás observando mal. Pero igual la visión es tu visión, no la realidad.
17.- En La Ciénaga, La Mujer sin Cabeza y Una Niña Santa, nada me es ajeno pero no son películas autobiográficas.
18.- Los nodos dramáticos no son, por ejemplo, el novio que se va con otra. Eso es una falta de agudeza en la observación. Deberíamos observar el placer del novio de irse con la otra.
19.- En Argentina está el Instituto de Cine y presentas tu proyecto y te subsidian.
20.- La plata trae la plata.
21.- Hay que conseguir financiación de pre vender la película.
22.- No me considero cine independiente. Siempre he tenido productores de la industria nuestra (Argentina).
23.- Hay momentos de crisis, pero son momentos para escribir. Cuando pase la crisis tendrás un buen guión. O como yo, que estoy pensando en un proyecto para internet que es más barato.
24.- Los festivales no definen la vida de tu película ni la historia del cine. Últimamente la alfombra roja me parece más un casting para actores y actrices.
Sobre Lucrecia Martel:
onsiderada la directora argentina más importante de los últimos tiempos, sus películas han cambiado el modo de hacer y ver cine. La Ciénaga (2000) es su opera prima, ganadora en Berlín, La Habana, Toulouse y Sundance. La Niña Santa (2004) , su segunda película, fue producida por El Deseo, productora de los hermanos Almodóvar, que también produciría La mujer sin cabeza (2007) todas sus películas fueron filmadas en Salta. (Reseña curricular tomada del catálogo de La Fábrica Audiovisual 2009)
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