lunes, 15 de febrero de 2010

Electofrenia de Julio Neri

Presentación
En 1965 aparece el súper 8 en cartuchos de carga automática. Es uno de los formatos de películas que en principio era de uso doméstico, pero más tarde se expandió su uso a la ficción y los documentales.
Para el caso de la historia del cine súper 8 venezolano la Dra. Isabel Arredondo propone (1) una selección de películas criollas dentro del festival Internacional del Nuevo Cine Súper 8 en Caracas, que luego se exhiben en el Festival Internacional de Montreal. El Festival de Caracas permite tener un marco histórico concreto que coincide con la duración del festival. (1976 a 1989). El festival de Montreal permite estudiar el Súper 8 venezolano dentro del contexto internacional.
El primer desafío para armar una historia del grupo de cineastas súperocheros estriba en la expresión artística que abarca más de lo que normalmente se entiende por cine. Hay una combinación, por decirlo de algún modo, del teatro, el vídeo arte, el performance y la pintura. Una de las características del súper 8 venezolano es que está hecho por artistas multidisciplinarios. No puede perderse de vista el hecho que estos artistas multidisciplinarios emplean el soporte de acetato para registrar sus performances y acciones en vivo, para hacer animación o experimentar con la pintura, así como para documentar la realidad social, tal es el caso de las elecciones de 1978 presentadas por Julio Neri bajo el título de Electofrenia. Neri es uno de los cineastas de súper 8, quien dirigió el Festival en Caracas de 1976 a 1981.
Electofrenia se presenta como una propuesta en súper ocho que se desmarca del tributo a Reverón y a la bandera nacional del modo como lo hacían Diego Rísquez, Carlos Castillo o Carlos Zerpa. Si Zerpa o Rísquez pueden pensarse como performance, Neri y su Electofrenia apunta al documental en súper 8. Pero ¿qué tiene en común Electofrenia con las demás películas en súper-ocho venezolanas?

Algunos detalles sobre Electofrenia

Artículo tomado del archivo de la Fundación Andrés Mata. Diario El Universal.

Fecha: 21 de noviembre de 1979.

Se estrenó el 21 de noviembre de 1979 en el ya desaparecido Teatro Caroní de Caracas. Obtuvo el Premio Especial del Jurado en Biarritz, Francia, y una mención especial en Cartagena, Colombia (1979). El diario español El País escribió: “A pesar de no cuadrar verdaderamente en la estructura del festival, Electofrenia, del venezolano Julio Neri, fue distinguida con una mención especial por su originalidad y humor en presentar con testimonios la última campaña electoral venezolana” (Triunfo del cine latinoamericano en el Festival de Biarritz, 1979).
Electofrenia es un modo de resumir las palabras Esquizofrenia Electoral. Fue filmado en súper 8 durante 8 meses (mayo a diciembre), correspondientes al período de duración de la campaña electoral presidencial de 1978.
En Electofrenia colaboraron en el proceso de filmación: Margarita Clavier, Mercedes Márquez y Chichú Olalde. Los títulos los diseñó John Moore y la musicalización Alberto Slezinger, interpretada por el grupo venezolano “Sietecueros”.
En 1979 Electofrenia recaudó la suma de 79.536 Bs (2) (79,54 Bs de los actuales) representando el 0,61% de la taquilla anual del cine venezolano.
Posteriormente se transfirió a 35 mm, formato en el cual llegó a las salas de cine por un costo de 10Bs (de los viejos) la entrada.

Imagen 1. Tomada del archivo de la Fundación Andrés Mata. Diario El Universal.
Fecha: 21/11/1979. Cartelera cinematográfica. 3-26.

¿Qué dijo la crítica sobre Electofrenia?
“Electofrenia Psicoanaliza con la cámara, de un modo magistral, a los candidatos del momento”. Heraldo del Cine/Argentina.
“Electofrenia, un film lleno de originalidad y humor. El País/España.
“Julio Neri impone una personalidad audiovisual, una inspiración lírica de una fuerza tal que lo sitúan como un gran cinematógrafo en lo absoluto” Les Nouvelles Litteraires/Francia.
“Neri hizo un gran reportaje de las elecciones presidenciales en Venezuela, lo que constituye un documento cinematográfico de gran importancia”. El Caribe/Republica Dominicana.
“La extraordinaria soltura de la cámara, la vivacidad (y malicia) del montaje, hacen de Electofrenia un tema cautivante y una seri feroz” Le Monde, Francia.
“Magnífica… Una obra maestra en su estilo” Soho Weekly News. New York

Imagen 2. Tomada del archivo de la Fundación Andrés Mata. Diario El Universal.
Fecha: 21/
11/1979. Cuerpo 3. Página 23.

Primeras aproximaciones
En palabras de Arredondo:
“El súper 8 venezolano no se trata de un movimiento organizado con una filosofía propia, con un artista central y con un manifiesto que le dé cohesión al grupo. Se trata de visiones muy personales, muy ricas y diversas. El súper 8 está hecho por venezolanos pero está pensado y dirigido a la comunidad internacional que asiste a los festivales de cine en Bruselas, Milán, Barcelona. El festival de cine trae esa comunidad internacional a Caracas a través de sus películas, por estas razones el Súper 8 no puede reorientarse desde una perspectiva nacional sino global…” (3)
Esta afirmación de Arredondo puede demostrarse fácilmente con tan sólo mirar las películas. Los trabajos que parecen tener más similitud son los de Zerpa, Castillo y Rísquez. Comparten en común el tributo por Reverón, la interpretación de la bandera como imagen iconológica, y un interés por las acciones en vivo o el performance. Peña puede añadirse a este grupo pero sin incluir La Cotorra 2, pues con este filme sucede lo mismo que con Electofrenia de Neri. Se desmarca de las características que pudieran usarse como hilo conductor de la filmografía súper-ochera venezolana.
Electofrenia pueden catalogarla de reportaje, documental, película de humor, experimento documental. No es el objetivo del presente trabajo precisar cuál de estas categorías se corresponde con el filme. Simplemente, se trata de proponer una característica que comparta Electofrenia con las demás películas venezolanas en súper-ocho.

El centro es el arte y no la comunicación
En una conferencia el filósofo Deleuze Gilles (s/f) plantea que no hay ninguna relación entre la obra de arte y el proceso de comunicación. La obra de arte no es un instrumento de comunicación, porque no contiene la mínima parte de información. El cine es arte y la función principal no es informar o comunicar.
Se desconoce si Peña, Zerpa, Rísquez, Castillo, Jabardo, Moore y Neri son deleuzeanos o, al menos, leyeron a Deleuze. Lo que sí es cierto es que esta idea del cine como arte, y no como medio para transmitir, parece ser la característica que une todos los filmes en súper ocho venezolanos. He aquí lo común de Electofrenia con los demás cortos y largos en súper ocho.
Esta idea también es considerada por la Dra. Arredondo (4) y fue esbozada de la siguiente manera:
“…Yo tomo mi definición de arte de la película Fresa y Chocolate de Tomás Gutiérrez Alea… se acuerdan de Diego, el guapo éste con un apellido vasco. Hay una escena en la que Diego está peleando con un escultor y nos da la siguiente definición de arte: el arte hace pensar y sentir al espectador pero no sirve para transmitir, para eso está la radio. Yo entiendo que al decir sentir, Alea se refiere, creo yo, a que se establece y esta es mi noción de cine: una relación fisiológica entre el espectador y los sentidos, es decir, entre el oído, el gusto, el tacto, la vista y el olfato. Está relación está al margen y es independiente de un proceso racional, o sea, que por una parte una concepción de cine de la que se puede deducir que aquí uno está viendo una película y tiene una comunicación no racional a través de los sentidos, del cuerpo del espectador… Si aplicamos la definición de Gutiérrez Alea a las películas que se muestran en el festival nacional del Nuevo Cine Súper 8 la posición es que, en las películas venezolanas exhibidas hay muchas que cualifican como arte porque nos hacen sentir y pensar. Y, sobre todo, lo más importante no transmite… Es por eso que precisamente se trata de un cine eminentemente artístico que quiero escribir la historia del Súper 8…”
Electofrenia muestra los distintos recorridos de Luis Piñerúa Ordaz, Luis Herrera Campins, José Vicente Rangel, Diego Arria, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Héctor Mujica y Américo Martín durante sus respectivas campañas. De cada uno señala el porcentaje obtenido de votos y la diferencia porcentual de los partidos respecto a las elecciones presidenciales de 1973.
Algunos pudieran aseverar que Neri con su Electofrenia buscaba transmitir una postura de rebeldía ante el sistema electoral democrático de entonces. Si se lee la película como un acto de rebeldía es una mera comunicación (5) , más exactamente una transmisión (6) de una contra- información (7) . En realidad no es ni uno ni lo otro. Se asume, más bien, como un acto de resistencia (8) , en términos de Deleuze (ob. cit). No es transmisión de información (9) ni contra- información. Para decirlo en palabras más sencillas: si la información manejada en la sociedad venezolana de 1978 era la de un sistema democrático efectivo, con una diversidad de candidatos presidenciales. Si la contra- información, por el contrario, hacía referencia a las limitadas opciones de candidatos que no conducirían al país a un rumbo diferente y se ameritaba, además, serias revisiones de la democracia, entonces Neri con Electofrenia logra un acto creativo, un acto de resistencia, un cine como arte, no se queda en la contra- información como sinónimo de denuncia o provocación. Va más allá y coloca el arte por encima de la denuncia, de la simple comunicación o transmisión. Y puede leerse como arte en tanto juega con el humor, la sátira, la música, los desfiles, los disfraces, el ingenio de los venezolanos durante la campaña electoral y la posibilidad de múltiples interpretaciones. De allí que pensara en la esquizofrenia electoral.
Algo similar sucede en La Cotorra 2, Loscher y Peña aparecen conversando en las construcciones del Metro de Caracas, trajeados y bebiendo champaña y frente a un caos de la ciudad. Nuevamente se impone el ingenio, la creatividad y el filme se presta a diversas lecturas. No existe un esmero explícito por denunciar algo o transmitir una contra-información.
La idea del arte por encima de la comunicación es apoyada, de alguna forma, por Rísquez cuando “valora la trascendencia de los festivales internacionales y las películas súper 8 en los que él y su grupo se involucraron porque representaron un elemento de ruptura con el ámbito audiovisual venezolano…” (Cuadernos Cineastas Venezolanos N. 5. Diego Rísquez, pág. 23, 2005). Esa ruptura hace referencia a la importancia que se atribuía al arte más que al cine como mera contra-información, que era lo que determinaba al llamado Nuevo Cine Venezolano “fundado en 1973 y caracterizado por la denuncia social y una clara postura política, no es una etapa sino un conjunto de aspectos presentes en algunos largometrajes, despachados por cineastas con inquietudes bastantes diferentes y poseedores de talentos y profesiones diversas” (Peña José, 2009, pág. 151). Y es el mismo Rísquez quien reconoce que, en 1973, cuando aparece Cuando quiero llorar no lloro de Mauricio Walerstein, va a ser el lenguaje dominante en el cine criollo (Cuadernos Cineastas Venezolanos N. 5. Diego Rísquez, 2005)
Lo mismo sucede con las propuestas de Castillo, Zerpa, Jabardo y Moore, son propuestas artísticas más que comunicativas.

Reflexiones finales
Ahora bien, lo que se ha venido arguyendo es en base a las ideas de Deleuze y haciendo una distinción entre arte, por un lado, y comunicación por otro lado. Pero, ¿qué sucedería si se indaga en los súper- ocheros venezolanos sus concepciones de arte y comunicación? Aquí se dificultaría el panorama porque cada uno tiene su propia concepción y puede encontrarse disonancias entre lo que se piensa y lo que se hace.
Para muestra (10) :
“Indudablemente que le atribuyo un valor de 10 a la comunicación en mi propuesta; ya que si no hay comunicación o si ésta es poca, mi propuesta la consideraría inexistente. Y si la clasificación en la escala es de 8 a 9 al instante la sometería a ajustes y mejoras para hacer una propuesta óptima” (Carlos Zerpa)

“Mi propuesta podría ser sintetizada en las palabras comunicación- acción… la creación del código se realiza tratando de llevar a cabo, a través de la Comunica/acción, el anhelo de la tan maravillosa situación de la Comunicación. Yo creo la posibilidad inmediata a esa ideal situación…” (Carlos Castillo)

“Mi propuesta podría ser sintetizada en las palabras libertad artística” (Diego Rísquez)

Pero, en todo caso, este sería objetivo de otro estudio.
Lo importante de las ideas expuestas a lo largo de este trabajo es la posibilidad, al menos teórica, de agrupar las películas del cine súper ocho venezolano bajo un mismo patrón: la concepción de un cine como arte, un cine que hace sentir y pensar, que convoca y no provoca.

NOTAS AL PIE:

(1) Ideas expuestas por Isabel Arredondo en la conferencia dictada en la sala José Ignacio Cabrujas de Cultura Chacao el día 21 de enero de 2010. Estas ideas aparecen reseñadas por Claritza Peña en el blog Cine 100% Venezolano (www.cine100por100venezolano.blogspot.com) bajo el título: Isabel Arredondo: “no se puede escribir una historia del súper ocho sin las películas”.

(2) Estadística tomada de TOTAL ESPECTADORES Y RECAUDACION POR PELICULA VENEZOLANA 1976 – 2008

(3) Ideas expuestas por Isabel Arredondo en la conferencia dictada en la sala José Ignacio Cabrujas de Cultura Chacao el día 21 de enero de 2010.

(4) Ideas expuestas por Isabel Arredondo en la conferencia dictada en la sala José Ignacio Cabrujas de Cultura Chacao el día 21 de enero de 2010.

(5) En sentido Deleuzeano comunicación es la propagación y transmisión de una información.

(6) En sentido Deleuzeano la transmisión vendría a ser la circulación de un conjunto de palabras ordenadas, de la información.

(7) En sentido Deleuzeano la contra- información viene a ser lo opuesto a la información, dejando claro que ninguna contra-información le ganó jamás a ningún sistema totalitario.

(8) Acto de resistencia, en sentido deleuzeano, alude al acto de creación. La contra- información no es efectiva más que cuando se vuelve acto de resistencia. El arte sobrevive, perdura, porque es un acto de resistencia, resistencia contra la separación de lo sagrado y lo profano. No hay obra de arte que no convoque a un pueblo que aún no existe.

(9) La información, en sentido deleuzeano, es un conjunto de palabras de orden, de una sociedad determinada y en un momento determinado.

(10) Ideas tomadas del trabajo titulado Acciones frente a la plaza de María Elena Ramos (1995)

REFERENCIAS
1. Cuadernos Cineastas Venezolanos. N. 5. Diego Rísquez (2005). Redacción e Investigación: Analisse Valera. Caracas: Fundación Cinemateca Nacional.
2. Deleuze, Gilles (s/f). ¿Qué es el acto de creación? Conferencia dada por Gilles Deleuze en la cátedra de los martes de la fundación FEMIS.
3. Estreno de Electofrenia, en: El Universal, 21 de noviembre de 1979
4. Isabel Arredondo: no se puede escribir una historia del súper ocho sin las películas en Blog Cine 100% Venezolano. Disponible: www.cine100por100venezolano.blogspot.com
5. Peña, José (2009). Venezuela Fílmica. El País cinematográfico. En: CG Latin Magazine, septiembre-octubre. Edición Aniversario.
6. Ramos, María (1995). Acciones frente a la plaza. Reseña y documentos de siete eventos para una nueva lógica del arte venezolano. Caracas: Fondo Editorial Fundarte/ Alcaldía de Caracas.
7. Total espectadores y recaudación por película venezolana. 1976 – 2008. Estadísti8cas de la Fundación Cinemateca Nacional.
8. Triunfo del cine latinoamericano en el Festival de Biarritz, en: El País. Diario Español (02/10/1979). Disponible en: www.elpais.com

2 comentarios:

Daniel Dannery dijo...

Interesante artículo. ¿Donde se puede conseguir la película?

José Alirio/Claritza Arlenet y Mixzaida Peña Zerpa dijo...

Hola Daniel. La película la ví como parte del curso de ampliación (electiva) El Cine Súper Ocho Venezolano: historia y análisis, dictado por la Doctora Isabel Arredondo. Ella era invitada internacional.
La película, creo, la tiene el propio Neri y había quedado en sacar una copia a una chica del curso. Le preguntaré a ella y te aviso.